Seguro que no tienes que pensar mucho para recordar ese momento que te impresionó o esa situación inesperada (o no) que hizo cambiar tu vida, Todos tenemos en la retina alguna imagen grabada a fuego, una imagen que recordamos de vez en cuando. Y seguro que una de las imágenes que tienes grabada es lo que ocurrió el 11 de septiembre de 2001. Seguro que te acuerdas exactamente de lo que estabas haciendo en ese momento.
Desde luego hay cosas terribles que ocurren y que recordamos siempre, como la muerte de algún familiar o un acontecimiento como el ataque a las torres gemelas. Sin embargo también hay imágenes que se quedan grabadas, no por lo terrible de la situación, sino por lo maravilloso. Si tu, lector, tienes hijos seguro que recuerdas su nacimiento o la primera vez que lo cogiste en brazos.
Pero aunque esos momentos maravillosos nos marquen de verdad para siempre, son los acontecimientos terribles los que calan en nuestras conciencias y tocan esa fibra que todos tenemos y que nos hace estremecernos. Nos preguntamos por que tienen que suceder esas cosas, con lo bien que íbamos. Ahora echamos la vista atrás y nos damos cuenta de que nuestras vidas han cambiado más de lo que esperábamos tras el 11-S. Piénsalo y veras como tu vida ya no funciona igual que antes: empezando por el precio del combustible, la “seguridad” en aviones y trenes, las noticias sobre actos macabros que nos llegan día a día (aun) desde las zonas de guerra, y por fin la guerra en si, que hace que la población este sumida en una sensación de indefensión y pesimismo constante. Desde luego el mundo esta peor desde ese inefable día y no hay nadie que pueda decir lo contrario.
Hoy es un día para recordar a las victimas del fanatismo humano y con fanatismo no me refiero solo al fanatismo religioso, sino al fanatismo de los estados que es aun peor porque, si los primeros se amparan el la ley divina, que solo en su imaginación les permite hacer lo que hacen; los segundos lo hacen en nombre de la ley humana, un invento de los estados para justificar su propia razón de estado. Sin duda no hay mucha diferencia entre unos y otros, pues si unos luchan por un dios que no existe excepto en su mente, los otros luchan por una libertad que no comparten, excepto para ellos mismos.
Esta claro que en nuestra vida hay un montón de cosas que pasan y que no olvidamos, muchas de ellas son buenas y otras son malas. Y de la misma manera que elegimos recordar las buenas y olvidar las malas, en este caso yo prefiero recordar el día porque por fin se ha puesto en marcha el LHC. Y para los que digan que no es un acontecimiento muy rememorable les diré que piensen cuando han visto ponerse de acuerdo a 80 países para hacer el experimento científico mas magnifico que se ha hecho nunca. No hay nada que muestre más el verdadero potencial del ser humano como especie responsable en este mundo que nos comemos poco a poco, que la investigación científica pura y simplemente con el objetivo de COMPRENDER.
En fin, vosotros elegís que recordareis de estas fechas, pero recordéis lo que recordéis, que sea bueno al menos.
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